Hoy más
que nunca resulta imprescindible aprender el idioma inglés. Cada día se emplea
más en casi todas las áreas del conocimiento y desarrollo humanos.
Prácticamente puede afirmarse que se trata de la lengua del mundo actual. Es,
en la era de la globalización, la gran lengua internacional, una “lingua
franca” que ha repercutido en todos los países no-anglosajones, incluida
España, y que afecta más o menos directamente a los diversos campos y
profesiones. Su posesión ya no puede tratarse como un lujo, sino que es una
necesidad evidente. Es más, incluso se dice ya que quien no domine esa lengua
estaría en una clara situación de desventaja: sería como si fuese mudo o medio
analfabeto. Y sobran las razones para decirlo. La pretensión de este documento
es, pues, la de hacer ver estos motivos y concienciar a la juventud y a sus
familias de la enorme importancia de adquirir dicho idioma.
En primer
lugar, se trata de la herramienta que permite la comunicación con personas de
otros países, dentro del mundo globalizado en que vivimos. Es indiscutible: el
inglés se ha convertido en el idioma global de comunicación por excelencia, uno
de los de mayor uso en el mundo. Es idioma oficial, o tiene un status especial,
en unos 75 territorios en todo el mundo.
·
Idioma a nivel de facto: Reino
Unido y los Estados Unidos.
·
Idioma oficial en:
Australia, Bahamas, Barbados, Fiji, Belice, Botswana, Dominica, Ghana, Gambia,
Gibraltar (R. U.), Guam (EE. UU.), Guyana, Islas Caimán (R. U.), Bermudas (R.
U.), Islas Malvinas (R. U.), Isla de Monserrat (R. U.), Islas Pitcairn (R. U.),
Islas Santa Elena (R. U.), Tristan da Acuna (R. U.), Islas Vírgenes (EE. UU. y
R. U.), Islas Salomón, Jamaica, Lesotho, Liberia, Malawi, Marianas del Norte
(EE. UU.), Malta, Mauricio, Nauru, Nigeria, Papúa Nueva Guinea, Samoa
Americana, Santa Lucía, San Kitts y Nevis, Sierra Leona, Swazilandia, Trinidad
y Tobago, Granada, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, Uganda,
Zambia y Zimbabwe.
·
Idioma cooficial:
Bangladesh, Brunei, Canadá, República Sudafricana, Irlanda, Israel, Kenia,
Kiribati, Camerún, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Namibia, Nueva Zelanda,
Chagos, Diego García, Islas Marshall (EE. UU.), India, Líbano, Malasia, Myanmar
(Antes Birmania), Filipinas, Pakistán, Puerto Rico (EE. UU.), Seychelles, Sri
Lanka (antes Ceilán), Singapur, Tanzania, Tokelau yTonga .
·
Minorías en: Antillas Neerlandesas, Costa Rica, Guinea Ecuatorial, Delta
Amacuro y Bolívar (Venezuela), Honduras, Hong Kong (China), Malasia, México,
Panamá (no tanto desde la devolución del Canal de Panamá), Pará (Brasil),
Samoa, Surinam, Tuvalu etc.
·
Estimaciones recientes sugieren que unos 402 millones de personas lo
hablan como su primer idioma, así como es utilizado en la actualidad por más de
1.000 millones de hablantes no nativos. Y este número seguirá creciendo al
menos hasta 2015, año en el que, por otra parte, unos 2.000 millones de
personas en el mundo lo podrían estar aprendiendo, según concluye un reciente
informe del British Council. De cualquier manera, dentro de poco más de una
década lo hablarán tres mil millones de personas, es decir, la mitad de la
humanidad. Las consecuencias del avance de esta marea lingüística son
inconmensurables. Dentro de pocas generaciones y por primera vez en la historia
del “homo sapiens”, la mayor parte de nuestra especie será capaz de comunicarse
en una sola lengua.
·
Se trata del mayor golpe a la civilización, a nivel mundial, durante el
último cuarto de siglo. En casi todas las partes del mundo la mayoría habla al
menos un poco de inglés, de modo que en casi todos lados, quien lo conozca,
podría "sobrevivir”. Esta expansión supone un verdadero terremoto en la
historia del ser humano, uno de los hechos más importantes que le han ocurrido
a la humanidad desde el nacimiento del lenguaje. Ninguna lengua antes había
alcanzado la universalidad, ni había llegado tan lejos ni tan rápido. Es la
primera vez en la Historia que resulta posible señalar una lengua como la
predominante.
·
El francés fuera de Francia tiene los días contados; el África francófona
está cambiando al inglés. El África portuguesa está abandonando el portugués.
El alemán experimentó un tímido avance temporal en la incipiente Europa del
Este, pero en cualquier otro sitio fuera de Alemania desaparece. El ruso, del
que hace algún tiempo pudo pensarse que habría que aprenderlo, está acabado. En
Japón están aprendiendo inglés y desarrollando su propia variante preferida.
China resistirá, pero el mandarín y el cantonés no llegarán más allá de sus
hablantes nativos. Hay más nuevos musulmanes que aprendan inglés que árabe.
Sólo el español está ganando importancia y creciendo (pero entre el pueblo
americano, que ya habla inglés).
·
La lengua inglesa es de las más fáciles de todas para aprenderla. Ésta es
una de las razones por las cuales prevaleció en los Estados Unidos. Los
descendientes de los alemanes, por ejemplo, eran bastante más numerosos en la
época del nacimiento de esta nación; sin embargo, fue el inglés el que finalmente
venció.
·
Por consenso mundial, el inglés ha sido elegido como el idioma de la
comunicación internacional. Es, “de facto”, la lengua de la diplomacia, en un
mundo “global” en el que las relaciones entre países son cada vez de mayor
importancia. Su conocimiento es requisito obligatorio para trabajar en las
instituciones supragubernamentales, por ejemplo. En el 2001, se hizo una
consulta a los 189 países miembros de las Naciones Unidas sobre la lengua
deseada para la comunicación entre embajadas. Más de 120 eligieron el inglés
(entre ellos, Vietnam, los países que antiguamente formaron la Unión Soviética
y la mayoría de los pertenecientes al mundo árabe), 40 seleccionaron el
francés, y 20 se decantaron por el castellano. Ese “status” le ha sido
conferido gracias al dominio político, económico y militar ejercido,
principalmente durante los dos últimos siglos, por los EE. UU.
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